POR QUÉ ELEGIRNOS
La Ensenada está diseñada para conectar con la naturaleza: Una caminata por el parque; sentarse bajo una arboleda; contemplar la montaña; escuchar el agua corriendo por el arroyo y disfrutar la paz del lugar. El paisaje es protagonista desde la habitación y en todo el entorno de la posada.
Está construida según los lineamientos del Feng Shui y es energía positiva para compartir momentos en familia y relajarse, sin dispositivos electrónicos.
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Nuestra cocina de autor lo sorprende cada noche con platos únicos, como así también las media lunas recién horneadas y las mermeladas caseras del desayuno.
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Servicio de conserjería y aseo de habitación diario. Actividades externas rentadas
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NUESTRO NOMBRE
Las embarcaciones cuando navegan en medio de una tormenta buscan una ensenada como lugar seguro donde protegerse hasta que pase el temporal.
El trajinar diario nos sumerge en una vorágine de presiones que se traduce en estrés, nos desequilibra, nos hace caer en la incertidumbre y la inseguridad que se transforma en cansancio extremo. Es entonces cuando buscamos un lugar donde proteger nuestra nave, nuestro preciado SER.
Hoy tiene la posibilidad de encontrar una ensenada en tierra firme, un lugar donde poder relajarse, recuperar el centro, la confianza y energía perdidas.
HISTORIA
En este lugar hubo asentamientos de indios comechingones. Los morteros comunitarios se pueden observar entre las rocas del predio.
En el siglo XVII este sitio perteneció a la Compañía de Jesús (misiones jesuíticas), y formaba parte de la Gran Estancia de San Ignacio de los Ejercicios, hasta ser expulsados en el año 1767 por el rey Carlos III.
De esa época se mantienen en buen estado de conservación las construcciones de pircas de los 2 corrales, y un murallón en forma de arco que los une frente al arroyo Yacanto, a modo de ensenada, sirviendo de protección a los animales que aquí se criaban.
En el siglo XVIII la Estancia de Yacanto se vendió a la Flia Villagra, quienes se dedicaron mayormente a la ganadería.
En el siglo XX ya en poder de la Familia Marrero, le dan el nombre de “La Ensenada”, y se convierte en el epicentro de los primeros loteos que se realizaron en la zona. Por eso se la considera lugar fundacional.
Identificados con el nombre, decidimos mantenerlo, y tomarlo como símbolo de nuestra propuesta turística.
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La posada está construida según los lineamientos del Feng Shui. Es la única en el valle con estudios de flujos energéticos, con la disposición de cada objeto y estructura armonizados. El huésped percibe esto en la calidad del sueño y recupero de bienestar.
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